Una mirada a la notación musical desde la perspectiva del editor (III)

    Partiendo de una rápida ilustración sobre el sentido y uso de la notación musical, esta serie de artículos continúa la reflexión acerca del uso de aplicaciones para la edición de partituras.

    Por: Juan Carlos Marulanda

     

    A mediados del siglo XX, especialmente durante las décadas de los años 50 y 60, se dio un proceso acelerado de incorporación de nuevos recursos para ampliar las posibilidades de la notación musical en respuesta a las múltiples necesidades técnicas y expresivas de los compositores. Este proceso rápidamente condujo a un cierto caos en la escritura musical: muchos compositores comenzaron a idear sus propios símbolos para lograr fines similares, evidenciando la falta de un lenguaje común que resultara accesible a la comunidad musical. Se hizo necesario entonces un ordenamiento de las innovaciones y nuevas propuestas en la escritura, trabajo que fue abordado en varios frentes por diversos expertos. Se destaca allí el trabajo del musicólogo e investigador Kurt Stone, quien a partir de 1970 lideró el trabajo sobre el Índice de la nueva notación musical, proyecto que alcanzó avances significativos, lo cual a su vez permitió la realización de la Conferencia Internacional sobre la Nueva Notación Musical en Gante (Belgica), en 1974. Algunos de los criterios generales, que aparecen en el reporte de dicha conferencia son [1]:

     

    1. notacion musical percusion dentro del pianoTomado de: Music Notation in the Twentieth-Century (Kurt Stone)La preferencia debe inclinarse hacia el uso de extensiones de la notación tradicional y/o aquella que goce de una aceptación relativamente amplia; así mismo, será preferible aquella notación que resulte eficiente en términos de espacio ocupado.
    2. La notación debe prestarse para ser reconocida inmediatamente, lo cual quiere decir que debe ser claramente diferenciable en el aspecto gráfico y ser tan evidente que no requiera explicación.
    3. Procedimientos análogos en diferentes familias instrumentales deben ser notados de manera similar.
    4. La notación debe ser lo suficientemente diferenciable desde el punto de vista gráfico, tanto como para seguir siendo reconocible a pesar de las variaciones previsibles en la escritura o en la edición.
    5. La notación debe ser lo más eficiente posible para reflejar los principios de organización subyacentes en una composición musical.

     

    notacion musical mists xenakis

     

    Adicionalmente, los resultados de la conferencia fueron recogidos por Stone para su libro Music Notation in the Twentieth Century: A Practical Guidebook, que se ha convertido en un texto de referencia obligatoria desde entonces, si bien no todas sus recomendaciones han sido acogidas plenamente. Geoffrey Chew y Richard Rastall señalan respecto a las propuestas y los experimentos relacionados con la notación musical durante el siglo XX que «cuando no son simplemente arbitrarios, representan en alguna medida desarrollos más profundos de la notación de finales del siglo XIX, con una ampliación en la capacidad de la notación mensurada para contener mayor información [2]»; pueden verse así mismo como «puntos de partida que reflejan las nuevas ideas que subyacen en la música» [3].

    Como ya se dijo antes, la notación no suele constituirse habitualmente en objeto de estudio sino que, con frecuencia, se aprende ‘sobre la marcha’. La escritura musical con el uso apropiado de los símbolos, conforme a las reglas de la notación, resulta tan esencial para quien escribe música como debe serlo el manejo impecable de la ortografía y gramática en el lenguaje escrito, de tal forma que la lectura del texto, en este caso un texto musical, no tenga el peligro de ceder espacios a la ambigüedad y permita que su contenido sea entendido claramente.

    En este sentido, debe anteponerse el dominio de los conceptos básicos de la notación sobre cualquier otra cosa. A la luz de lo anterior se entiende el comentario citado de Chew y Bent sobre los desarrollos de la notación musical en el siglo XX: sencillamente no resulta razonable que un compositor tenga mayor afán por encontrar o inclusive llegar a inventar nuevos símbolos que por escribir adecuadamente elementos básicos tales como los sonidos o duraciones. No es concebible que la notación musical pase de ser una herramienta a transformarse prácticamente en la finalidad misma del trabajo. Al respecto comenta David Cope: «desafortunadamente, los compositores suelen producir augenmusik–obras que se ven bien sobre el papel pero que no resultan muy convincentes al ser interpretadas–» [4]. En ello se corre el enorme riesgo de restar importancia a un elemento inherente al arte musical: el evento sonoro.

    El tema de la notación musical en nuestros días pasa casi inevitablemente por el uso de herramientas informáticas de apoyo. Precisamente, con el auge de los computadores de uso personal, a partir de la década de los años 80 del siglo pasado, surgió una importante cantidad de aplicaciones informáticas para la edición de partituras que gradualmente fueron desplazando al tradicional método del grabado que había sido empleado durante siglos para la edición profesional de partituras. Por ejemplo, en la prestigiosa editorial alemana G. Henle Verlag, ubicada en Munich (Alemania), se reportó el uso del grabado sobre planchas metálicas hasta finales de la década de los años 90. Si bien, las limitaciones que inicialmente presentaban las aplicaciones informáticas para la edición de partituras hicieron que los editores musicales se mostraran escépticos respecto a su uso, hoy en día virtualmente todos los editores de música en el mundo producen solamente material generado por computador.

     

     Elaboración de partituras mediante el método de grabado en la editorial G. Henle Verlag.

     

    El alto nivel de precisión, flexibilidad, legibilidad y accesibilidad alcanzado por los desarrolladores de aplicaciones para la edición de partituras ha permitido que en la actualidad dichas aplicaciones puedan ser empleadas por todo tipo de usuarios en el medio musical: desde casas editoriales de música hasta principiantes. De hecho, el desarrollo actual de las aplicaciones que lideran el mercado (tales como Finale® y Sibelius®), así como otros avances tecnológicos que facilitan la divulgación online y la impresión de pequeños tirajes, hacen absolutamente viable la autoedición.

     

    «Los compositores ahora pueden escribir sus obras directamente en archivos de computador e imprimir los resultados… Los musicólogos y editores pueden preparar ejemplos musicales de manera fácil y rápida, e incluso preparar ediciones completas… Las casas editoriales mismas también están explotando estas tecnologías, por supuesto, así como también las radiodifusoras como la BBC, que frecuentemente debe generar juegos de partes instrumentales desde una partitura impresa o manuscrita cuando se requiere la interpretación de una obra que rara vez se escucha. En lugar de preparar el manuscrito, las partes instrumentales pueden ser generadas ahora a través del computador y ser almacenadas en formato digital…»[5].

     

    Es posible afirmar que la elaboración de partituras razonablemente legibles está al alcance de cualquier músico que conozca el funcionamiento básico de los programas. Si bien dichos programas aplican automáticamente la mayor parte de reglas y procedimientos estándares de la grafía musical, el conocimiento y la experiencia del usuario son factores cruciales para la eficiencia del proceso, así como para la calidad del resultado final. Según anota la reconocida editora Elaine Gould, actualmente la mayor parte de los intérpretes prefieren o esperan recibir material generado por computador[6 ]. Y añade: «muchos creerán que con cierto nivel de experticia, el procesamiento computarizado permite al usuario producir música (impresa) de la más alta calidad». Esto, sin embargo, no es del todo cierto, porque el conocimiento y la experiencia de quien se encuentra sentado detrás de la máquina son factores cruciales para la efectividad del proceso así como para la calidad final del producto, tal como lo afirma Steve Powell:  

    «Ningún programa de notación musical sustituye el conocimiento de un copista experimentado y es poco frecuente que un músico posea el conocimiento suficiente del oficio para estar en capacidad de producir una partitura de manera profesional a través del computador…»[7].

     

    notacion musical marulanda raudal

    Fragmento de la obra Raudal (Juan C. Marulanda)

     

     

    La aparición, en décadas recientes, de una bibliografía especializada acerca de la edición de partituras hace posible el acercamiento responsable a un campo particular de conocimiento que, por espacio de varios siglos, estuvo concentrado en un número relativamente reducido de maestros y artesanos –y que quizás tan solo pudo haber llegado a nuestras tierras en forma muy parcial en su momento–; ahora es posible contar con orientación en los procesos de edición de partituras, que actualmente se realizan masivamente a través de aplicaciones informáticas diseñadas para tal fin.

    Las técnicas compositivas recientes han estimulado la experimentación y la innovación en el campo de la notación[8], dejando una herencia diversa donde, sin duda, hay mucho material que puede aprovecharse. En su libro Behind bars, un texto reciente pero que se ha convertido en referencia obligatoria para todos aquellos interesados en la notación musical, Gould hace un llamado para incorporar al ámbito digital, a través del análisis y el estudio, las buenas prácticas que fueron desarrolladas a lo largo de siglos por los editores de músicamantener el uso de convenciones ya establecidas –se refiere principalmente a los desarrollos de las décadas recientes en el campo de la escritura musical– señalando que «la invención de notaciones innovadoras solamente para dar a la partitura una particular singularidad resulta de poca ayuda»[9], corriendo adicionalmente el riesgo de crear una barrera para el lector. En síntesis, estamos en un momento apropiado y tenemos poderosas herramientas para tener una notación óptima.

    ¿Por qué no hacerlo?

     

    [1]Tomado de http://www.ramstrum.com/momilani/html/NOTE.HTM

    [2]Bent, I. D. et al. "Notation." en Grove Music OnlineOxford Music Online. <http://www.oxfordmusiconline.com/subscriber/article/grove/music/20114pg7> 

    [3]Ibid.

    [4]Cope, D., Techniques of the contemporary composer, p. 4

    [5]]Thomson, J. M. y Wagstaff, J . "printing and publishing of music." In The Oxford Companion to Music, http://www.oxfordmusiconline.com/subscriber/article/opr/t114/e5360

    [6]Gould, E. Behind bars. The definitive guide to music notation, xi

    [7]Powell, S. Music Engraving Today, p. 1

    [8]Gould, E. Behind bars. The definitive guide to music notation, xiii

    [9]Ibid.

    Image

    telefono+57 300 320 3635

    emailjuancarlos@scoremusical.net

    Síguenos

    Image
    Image
    Image

    desarrollado con amor por platinoweb b

    © 2018 SCOREMUSICAL. Todos los derechos reservados.